Bonita palabra la que sale del armario nocturno, mi halagos no perdura como esta fría y descomunal noche, el puente que conecta mi ser con el cielo no es más que estar despierto en esta madrugada, el aliento es protegido por el frio procedente de cualquier dirección, las bolsas con desechos, los tímidos árboles, los gatos con insomnio, los perros con el mismo cuerpo que las modelos, toda esta incomprensión logra brotar sin pena ni merito en la soledad descarrilándose con felicidad de la intimidad enferma que causa las casas, palabra nocturna como golpe de estado, palabra nocturna que desmiente la lucidez pérfida del día, palabra nocturna que me aventura a codiciar la calma.