El pensar hoy se ha puesto al rojo vivo,
si pensar es decir lo que uno siente,
y al exponer no sigues la corriente,
eso me ocurre a mi cuando yo escribo.
Que opinar es un viento fugitivo
que tiene que lidiar contracorriente,
agua que mana de distinta fuente,
recibo que dudoso es de recibo.
Quizás es lo mejor estar silente,
las palabras guardase en el bolsillo,
o aparentar que es uno un inocente.
O prohibirle al uso de tu mente,
o en la carcel meter. Con un martillo
darle un golpe en la testa. Tan sencillo.
©donaciano bueno