Cada día su vida rebobina
deja una lágrima en cada rincón,
limpio el salón, impoluta cocina
mientras susurra una vieja canción.
Fotos en blanco y negro en la vitrina
vagos recuerdos llenos de ilusión
se los comenta a su muñeca china
mïentras le reza al Cristo del Perdón.
De punto hace patucos a su nieta
la zarzuela con el volumen fuerte
le recuerda sus tiempos de opereta
.
Casi nada a la abuela le divierte
ella piensa, bien serena y discreta
que su vida solo espera la muerte.