Pepe Pnca

18. RELATO

18.

 

 

VENTANAS DE HOSPITAL

 

Dos hombres seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación en el hospital. A uno de ellos se le permitía estar sentado una hora todas las tardes para que los pulmones drenaran sus fluidos. Su cama daba a la única ventana de la habitación.

 

El otro hombre tenía que estar tumbado todo el tiempo. Los dos se hablaban mucho. De sus mujeres y familiares, de sus casas, trabajos, el servicio militar y de donde habían estado de vacaciones.

 

Todas las tardes el hombre que se podía sentar frente a la ventana, se pasaba el tiempo describiendo a su compañero lo que veía por la ventana. Esta daba a un parque con un bonito lago. Patos y cisnes jugaban en el agua mientras los niños capitaneaban sus barcos. Jóvenes amantes andaban cogidos de la mano  entre flores. Grandes árboles embellecían el paisaje y una línea del cielo sobre la ciudad se podía ver.

 

Mientras el hombre de la ventana describía todo esto con detalle, el hombre al otro lado de la habitación cerraba sus ojos e imaginaba la escena.

 

Una mañana la enfermera encontró el cuerpo sin vida del hombre al lado de la ventana. El otro hombre preguntó si se podía trasladar allí. la enfermera aceptó y lo acomodó.

 

Lentamente se apoyó sobre un codo para echar su primer vistazo fuera de la ventana que, para su sorpresa, daba a un enorme muro blanco.

 

El hombre preguntó a la enfermera que había pretendido el difunto compañero contándole aquel maravilloso mundo exterior. Y ella dijo:

 

-\"Quizás solo quería animarle\"-. Dijo la enfermera.