Es tu certeza la que desestabilicé a pura dulzura
Le pusimos la amargura necesaria y juntos
Juntos hicimos este cóctel de sensaciones
Que ahora saboreamos y nos damos el gusto de vivir.
Leí por ahí que quien sabe comer sabe esperar
Y ansioso estoy por echarme al coleto de tu ser
Tan crudo y tan crujiente que la espera es otro condimento
De nuestro inminente reencuentro.
Lento será el fuego que nos incinere hasta fundirnos
Alma con alma se entrelazarán y el postre estará en los cuerpos
Tus labios ígneos y mi lengua-espada quemarán y sangrarán
Los reparos de mi corazón y el regreso de la calma con tu amor.