Desde el fondo de los tiempos,
Toledo fue capital.
Con los godos y romanos,
árabes y cristianos
y con La Comunidad.
En el culmen de El Romano,
a los godos conquistaron,
su hermosa capital.
Toletum, fue el nombre puesto,
al comienzo del milenio,
desde Roma a la ciudad.
Los romanos acertaron,
eligiendo este lugar,
centro de aquella Hispania,
provincia romana ya,
como lugar adecuado
para su Imperio guardar.
Es por lo que Roma impone:
Toletum fortificar.
Con sus muros y su Tajo.
Inexpugnable Ciudad.
Luego vinieron los moros,
los judíos y gente mas.
Aquel Toledo, era grande,
preciosa joya de Alá.
Había termas y mezquitas,
importantes sinagogas
y una gran prosperidad.
Almenón, siendo Rey Moro,
a Alfonso, le dio cobijo,
destronado de León,
le prometió, por su honor
a Toledo no atacar,
si a rey fuera a llegar.
Con su corona estrenada
y con su mano horadada,
entró por La Puerta Grande,
a caballo y con su espada,
que por su filo agarrada,
como si fuese La Cruz.
Siendo fiel a su Anfitrión
y sin sangre derramada:
! Toledo fué conquistada !
De inmediato, fué Toledo:
judía, mora y cristiana.
Mas tarde, vino otro Alfonso,
am que llamaron El Sabio.
Con este Rey, llegó a ser,
La Capital del Saber,
en aquel tiempo, no sabio.
Los judíos y los moros.
Corriendo el tiempo, expulsados.
Todavía hoy Toledo,
permanece en sus recuerdos,
después de 500 años.
En su corazón, lo llevan.
Toledo fué para ellos,
una Ciudad Libertad,
donde de pudo convivir
cualquier forma de pensar,
en época medieval.
Los Reyes, que conquistaron,
su Granada y Nuevo Imperio.
Aquí quisieron morir
en Iglesia* muy lucida
que mandaron construir.
Desde de el fondo de la historia,
Toledo fué Capital,
goda , romana y mora,
cristiana y Manchega ahora.
También lo fue Del Saber,
Y del Imperio, su honra.
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Al Greco, le encantó esta bella Capital, en la que dejó, parte importante de su vida y obra.
,
Gran acierto, ha sido albergar en Toledo, dos magnas exposiciones de este gran Pintor.
Es año, es además Toledo:
! La capital de la Pintura.!
Alfonso Espinosa
* San Juan de los Reyes: bellísima Iglesia, construida por Los Reyes Católicos, con la idea de ser enterrados en ella.