Hijos que nacieron de mis entrañas,
corazones que latieron junto a mi corazón,
caritas mojadas y tibias
mamá los recibió.
En las noches los miraba,
con cada respiración yo también respiraba,
los abrazaba muy fuerte
mientras con ángeles soñaban.
Con el pasar del tiempo
de mi mano caminaban por el camino de la vida
que mamá les había marcado,
pero llegó el día que desde el nido volaron.
Como pájaros sus alas desplegaron
a recorrer su propio vuelo,
para encontrarse con los sueños
que juntos imaginamos.