Como una mañana de sol brillante,
Amanecí con la esperanza de mirarte,
Internamente convencida de conmoverte,
Con mil voces inertes en la mente.
...
Mire aquel pájaro en el cielo que volaba,
Feliz de ser libre sin sentido donde miraba,
Pensé en el momento que mi vida se apagaba,
Por no pertenecer al mundo y ser tan abnegada,
...
Alejada de las fantasías caóticas de la vida,
Confesé a mí misma que moriría,
Pero la esperanza sobresalió de mis pensamientos,
Brillante, Blanca y llena de sabiduría.
...
Entonces te recordé, la hermosa parte de mí,
Que sin ti jamás dejaría de ser feliz porque tu,
Vives dentro de mi y hay permanecerás por siempre,
Hermosa flor de mis días, corazón doble viviente.