El trinar de las aves como rítmico fondo,
junto al perfume inmenso que brota en primavera,
fueron fieles testigos de aquel amor tan hondo,
que surgió aquella tarde tal cual una quimera.
Todo el contorno rojo de tu insinuante boca,
cual rosa palpitante que con frescor se ofrece,
lo besé intensamente… Y aquella pasión loca
encendió para siempre, un fuerte amor que crece.
En primavera nacen los amores gloriosos,
que duran para siempre fuertes y glamorosos,
como este, nuestro amor, que no será excepción…
Pues nació en la presencia de plena primavera,
el trinar de las aves que pueblan la ribera
y la inmensa pasión, que forjó esta ilusión…