ALVARO J. MARQUEZ

FORMEMOS AL AMOR

“El amor fue escuela de enseñanzas hermosas,/ para darme y para darte,/ tú aprendiste muchas cosas.../ yo sólo aprendí a amarte”.

 

El amor no tiene forma, nosotros se la damos,
según el estilo, la manera en la cual lo usamos,
hay un todo que es lo que le da una apariencia.
Las palabras, de acuerdo a cómo las decimos,
las promesas cuando las hacemos y cumplimos,
colaboran en mucho para darle su real esencia.

 

Cuando dejamos que esté presente en los sueños,
en nuestros objetivos grandes o en los pequeños
y cuando es el momento de vestirlo de realidad.
Cuando no permite que cada día pase lo mismo,
al liberar a nuestros corazones de todo egoísmo
y nos huele a sonrisas, a bendiciones, a felicidad.

 

El amor es en sus comienzos igual que un niño,
tenemos nosotros que hacer crecer a ese cariño
y que tome características de un sentir verdadero.
Tan importante como para rendirle honores, culto,
que sepamos darle madurez cuando ya sea adulto,
que no dé lugar a la mentira por ser muy sincero.

 

Vamos a darle forma al amor, que se vea bonito,
que haya en él un abrazo a tiempo, uno infinito,
que no sepa de rencores y dé cabida al perdón;
que se convierta así en nuestro más dulce tema,
con versos ya escritos por ser de por sí un poema,
que nos deje la puerta muy abierta para la pasión.

 

El amor puede tener forma en una bella canción,
en el rinconcito más profundo de algún corazón,
en la brisa que nos relaja, que nos trae la calma.
En el aspecto de la vida que a todos nos importa,
cuando a la vista o subrepticiamente se transporta
un “te amo” limpio que un día nos surge del alma.

 

Poema original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
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Publicado el 1/6/2015
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