He muerto por ti
dejado las cosa más hermosas
abandonadas, sin mis ojos
ni mis manos te tocan ya
con la pasión que se levanta
como el sol de cada mañana.
He muerto de amor
y en un último suspiro
deje tu nombre fugar
por esa calle
que no pude caminar
queriendo, en ese último instante
hundirme, entre tus cabellos
y ponerme a llorar
hasta el fin de los tiempos
siendo testigo
de lo fantástico
que es amarte
aunque ya no me ames
por que el tiempo se acabó
como los frutos
en el invierno.
He muerto de amor
y aún te miro a los ojos
como se mira
el abismo
donde dejaré de verte.
Dejarme caer en ellos
será un infinito viaje
de abandono
de oscuridad
con silencio de voces
ni nombre con que llamarte
solo veré en ese cielo negro
esas dos estrellas
tus ojos
que ya no me mirarán.