El niño cierra sus pestañas gélidas
y retumba la muerte en sus oídos.
El niño sueña con su sombra escuálida
y el estruendo de latidos perdidos.
¿Quién salva al niño del sueño sombrío,
del destino de un futuro mortífero,
y a sus pestañas de lo cruel del frío?
El niño se agarra a un mejor pasado
y añora la paloma y su revuelo.
El niño siente ardor en su costado,
la no vida lo está retando a un duelo.
¿Quién le devuelve al niño su paloma
que revoloteó dándole vida
y cambia su punto por una coma?