CORAZÓN LIMPIO

La ambición no es buena (desenlace)

 

 La ambición no es buena (desenlace)

 

- Buenos días, cómo está, entraré a bañarme. 

Mís hermanos van ha llegar en cualquier momento 

- ¿Ya terminó?

-Sí señorita

- Bien, no se preocupe, los atiendo yo

- ¡Con permiso señorita!

- Gracias, la veo después descanse.

 

- ¡Oh, qué lindo cachorrito, tiene sed!

- Vamos chiquillo acompáñame, te daré agua fresca              

- ¡Uy no me comas, ja ja ja!

- Deja, cierro la puerta para que no nos vean,  

- Toma pequeño, está rica, ¡qué bien!

 

- Abrír la regadera y al baño,  

su amiguito fue invitado a un rico baño,

que ya le hacia falta.

Que tengas tranquilidad y comida segura,

de verdad que es una gran bendición.

 

- Escucho la puerta abrirse y salió de la recamara.

Entraron los dos, uno muy serio.

- Se fue directo a su cuarto.

- Los dos se saludaron,

- Ana y su manito Juan.

 

- Ya al anochecer Mauro entró en la habitación,

de Anita y le dijo... ¡tenemos que hablar!

- Está bien, pero cálmate y dime qué pasa.

- Estoy en problemas, debo mucho dinero.

 

- Pero... el que dejaste para ti era bastante.

- ¿A quién?, ¿cuánto es?...

- Mucho, pero no se conformarán hasta,

quitarnos todo y yo no quiero,

volver a sufrir necesidades,

¡no tener ni para comer!

¡snif! ¡snif!

 

- Tú y mi hermano no volverán a pasar hambre.

Los quiero mucho, con todo el corazón

- Pero tengo tanto miedo

- ¡Tú no temas!

Salió casi corriendo y hasta que chocó con Juan,

se detuvo, lo abrazó mientras le decía...

 

-Serás el hombre de la casa, cuida de nuestra hermana

¡Nunca la dejes sola, confío en ti hermano!

Se dirigió a la ventana y sin dar tiempo de nada,

los dos chicos solamente atinarón a abrazarse.

 

Sí, Mauro se aventó por la ventana,

fueron segundos y parecieron minutos,

los que tardaron en reaccionar y ya

no pudieron hacer nada, su hermano

querido había muerto. 

 

Por la ambición que no pudo controlar,

por deudas de juego que adquirió

pensando que volvería a ganar, lo perdió todo,

enfermó de desesperación y miedo,

buscó y encontró la puerta falsa,

pero perdió algo más que dinero...

¡La vida!

El dejarse llevar, el querer más,

tomar decisiones arrebatadas, por

la ambición que no es buena consejera.

 

Que Dios te bendiga.

SENTIMIENTOS Y REFLEXIONES 

DE TÚ AMIGA   

CORAZÓN LIMPIO