Mí madre compartía, la opinión del fraile,
franciscano que decía ...perdonar es de sabios,
olvidar es de tontos, yo perdono y jámas,
guardo rencor pero no olvido, la ofensa.
Yo veía a mi madre sufrir fuertemente,
cada que recordaba lo pasado,
que su madre, el ser que más amo en el mundo,
la vendió, cuando niña todavía,
permitió los abusos del padrastro,
para con ella y que la negara cómo hija suya.
Ella tres días antes de morir,
\"perdono y pidió perdón y murió en paz\"
porque jesús le enseño a perdonar,
desde el fondo se su alma,
ese es el olvido al que yo me refiero.
De ahí en fuera, todos tenemos derecho de abrazar,
el dolor que queramos para nuestro corazón,
mientras vivamos tranquilos con esas ideas.
El ser humano sufre lo que quiere sufrír.
Pero yo no lo puedo evitar,
al saber de alguien quien aprecio
tiene esté conflicto en su corazón,
les confieso lo que puede pasar.
En el momento que sientas que llega tu hora,
de entregarte a Dios en cuerpo y alma,
Jesús vuelve a entrar en tu corazón,
para sanar tu alma y que tengas,
el perdón de Dios padre y el descansar en paz.
Cuando no, nos hemos perdonado a nosotros mismos,
abrazamos los recuerdos tristes, las ofensas que sufrimos,
nuestra alma está triste por que el espíritu Santo,
que es Jesús mismo, no puede quedarse contigo.
Que Dios te bendiga. SENTIMIENTOS Y REFLEXIONES DE TÚ AMIGA. CORAZÓN LIMPIO