Suave brisa otoñal
pinta el oro de tu cabello,
mustios ojos cafés
resplandecen como
moribundas velas
sobre tu rostro,
hermoso atardecer
besa el cielo de tus labios,
tu plateada brisa
fallece
como luna menguante
en tu mirada.
Golondrinas llorosas
huyen de la primavera,
olvidadas por el verano
y por el dorado
de los años,
y de tu cabello,
y de tu perfume
ese aliento
a café pasado
Y sueña el mar,
agitado, iracundo
nostálgico,
que regrese ese verano
para poder
decirte: Te amo