La lluvia ha empañado tus ojos
A dejado gotas que tiemblan en tu espalda
Y llevas en los pies un camino
Y en tus pupilas esta tatuado
Para el un destino.
No es mi vocación ser como la polilla
Que a topes intenta amar al farol,
Es solo que como ella
No estoy acostumbrado a ver la luz
Y en tus ojos encontrarla
Me ha importado poco el dolor.
Y allá con el viento va tu paso
Con las hojas que arranca en otoño
Ese otoño que me trajo tus pestañas,
Hacia la luna, esa luna que me hablo de ti
Con voz de blancas y suaves sabanas,
Que me conto de ti en susurros y mañanas.
No es mi intención querer conocerle,
Regresarme a ti sin importar tu no querer verme,
Es solo que de golpe decir adiós
A un saudade de gota y temblor
Me enciende, mas no es tanto
El haber decidido dejarte partir,
Es mas bien…
el yo querer a la noche a devolverme.