Winda

SILENCIO

SILENCIO

 

La noche y su silencio hacían temblar a mi alma
llegaban hasta mi oído las voces apagadas,
que en ecos distantes se percibían lejanas
haciendo que mi corazón acelerado palpitara.

 

Todo estaba sombrío la luna no alumbraba
y un intenso escalofrío en mi cuerpo calaba,
mis ojos ya cansados por las lágrimas derramadas
se negaban a abrirse y observar lo que pasaba.

 

Así pasaron la horas y llegó la madrugada
y la densa oscuridad el ambiente bañaba,
cuando de pronto se escuchó allá en la distancia
el grito ensordecedor de un alma desgarrada.

 

Winda
Señora Melancolía