Tu alegría vi brillar
en tus ojos como el mar
hechos para soñar sin
suelo ni donde pisar.
Mantenida poesía
en tu sonrisa divina
y que del cielo venía.
Tu alegría vi brillar
hoy todo el día mi vida.
Y tu cuerpo agradecido
distraía a mis sentidos.
En mis ojos tú decías,
adivina donde estoy
que tienes toda la vida.
Rafael Pablo