\"Gracias Medellín y gracias Leticia\"
Paso devorador y cansado
del monte a la montaña,
las cañadas y los manantiales
consuelan las penas
de este solitario vagamundo
por la herida abierta del desamor...
y entre el perdido horizonte
espesas verdes selvas vírgenes,
respira mi corazón dolido,
mientras mi rostro levanto
al cielo en llanto, diariamente,
mi paso por la barriada
y su aliento que me llega
lascivo desde la injusta distancia...
este aroma a verde y pureza
enaltece al ser divino que
me consuela con su abrigo
y me lava del pasado martirio,
¡oh latitudes en negrecidas
por \"la ciudad de la montoña\"!,
¡oh grandiosa tierra que sostiene
mí lamento en \"la selva consoladora\"!
y entre una y otra ansió poner
distancia al dolor del desamor...
así esta este extraño
entre dos nuevos amores
Medellín y Leticia,
sustento de mis desconsolados
e ingentes pasos.