Volviste…
Volviste… asaltar mi pensamiento
con tus labios húmedos sobre los míos.
Volviste a ser el fuego de mi hoguera
esta noche que mi alma te sueña.
Volviste como pájaro hacer nido
en mi corazón que siempre por ti espera.
Volviste como el viento a inquietar
mi piel que yo creía dormida.
Volviste con el alba de mañana
ha dejar huella en mi cama.
Volviste a ser gorrión
para cantarme al oído.
Volviste como el sol a calentarme
después de que sin ti moría de frío.
Volviste como golondrina viajera
y en mi pecho hiciste nido
dejaste fuego en mis entrañas.
Volviste a dejar el aroma de tu piel
para que la mía no sea tocada.
Prometo resguardar éste AMOR
hasta la posteridad de los tiempos.
Descansa en el regazo
del Dios que no conocías
y siempre creíste
que de Dios no eras amado.
Sé que ahora en tu descanso
de Dios no quieres separarte.
Dejaste en el olvido el abandono,
que aquí en la tierra mucho lloraste.
Volaré algún día a tu cielo y,
en las nubes nos encontraremos.
Alicia Pérez Hernández… México
-No es la pluma la que escribe, es el alma-
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