[...]cual sentimiento arrojado al vacío...
arrugarse la voz, susurrando un refugio...
estando entre tantas cadenas con espinas...
sintiendo el amargo despertar abrirse en el pecho...
una flor escrita con lamento...
entre el devenir de esos colores...
nublados en la lluvia que inunda los ojos...
una migaja del cielo, es el alivio
de los que alguna vez se arrojaron al abismo...
estando en el vértice las arañas...
amarrado a la soledad, ríendo y muriendo...
esperando a que vuelvas...
regresándome esa felicidad...
que alguna vez hacia florecer la vida[...]
En ésta soledad abunda la noche
estando la muerte acompañando
esa luz quebrada en el cielo apagado[]