INVOCANDO TU NOMBRE (de mi libro “Entre Miles”)
¡Oh, Jesús, oh, mi Señor,
hoy mi alma tu nombre invoca!;
y al estallar en mi boca,
en sollozado clamor,
inundado de tu amor
mi mano tu manto toca,
tu virtud pasa y provoca
la bendición de un temblor.
¡Ya me siento realizado!,
¡de vida abundante lleno!,
el mal no me daña y puedo:
¡amar! aun no siendo amado,
y, con fe y esperanzado:
¡verte desde aquí, en el cielo!