DEDICADO A MI HIJA SAMANTHA
Si es amor nunca se esfuma
solamente se traslada de lugar,
sonriente siempre esperas mi llegada,
un abrazo, un beso que no tiene precio.
Caminamos y tropezamos de la mano juntos,
llantos, penas, risas y cantos,
un rayo que me divide el alma en dos,
terminará muy pronto este dolor.
Seguiremos juntos como siempre,
como ayer como hoy y mañana,
el tormento de la distancia nos separa por instantes,
¡Dios dame fuerzas! dame tu clemencia.
No te rindas, necesito de tu sonrisa que me da esa fuerza,
necesito de un beso, que me da complacencia,
necesito de tu manita, que se deslice en mi rostro,
no quiero llanto, no quiero penas, quiero estar contigo,
hasta una nueva vida de felicidad llena.
RICVEL