Para Carol, para Fabio,
para Inocencio, para Miguel C.
\"Me gustan las mariposas y los perros\".
En las suaves noches de luna nocturna
él no buscaba estrellas en el mar,
sino mariposas,
perros blancos;
y cerraba su boca para que en el bosque
las ramas secas no lo dañaran
cuando recorría los senderos más arbolados.
Sobre la sombra de un árbol, echado,
infinito sobre la luna,
veía volar los hijos de los pájaros,
y entonces cantaba.
Así cómo se llamaba no lo recuerdo;
recuerdo sí que con sus manos atrapaba
el transcurrir del tiempo,
y que me ofrecía la ralladura de un limón
para que comiéramos juntos.
Cuánto lo amé tampoco recuerdo;
recuerdo sí que pasábamos nuestras tardes
subidos a un castillo con portal pesado
y armaduras de hierro,
y que la nubes brunas volaban en torno nuestro
exclamando oraciones
que cautivaban al amor tranquilo que nos dábamos.
Murió una tarde en que se apagaron los peces del estero.
Miles de mariposas lo izaron entre peonías,
y se asombró cuando yo le llevé
dos perros blancos que había robado,
y que acompañaron
perezosos
su cortejo.
G.C.
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