La semilla de mi vida se a posado
sobre mi, cerrando así el circulo
qué comenzó en abril, cual sueño osado
que en mi vida creí ser solo un bulo.
Nunca pensé qué aquel fuerte chillido
qué de tu boca oí tal vez lejano,
seria el inicio de ese amor dormido
que le llegó a un hombre hoy maduro.
De teología y filosofía
fuimos mujer hablando y floreció
este precioso amor que ya sentía,
pues dormida mi alma te conoció.
Ilusos, con pasión y mil deseos
que nos devorarán con frenesí
nace en ti mi cariño el coqueteo
que da alas a mi vuelo y renací.
Te bebí perfumada oliendo a flores
y envuelta en carmesí tu boca pura,
soborié esos tus besos de colores
y cambiaste mi eterna paz, mi aura.
Hoy he desperté y tú, allí no estabas
y giré mi cabeza muy angustiado,
tus manos ya las mías no rozabas
\"sólo ha sido ese sueño un sueño ansiado\".
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.