Duele de ignorancia,
de vergüenza, duele.
Duele la arrogancia,
la mentira, duele.
Duele la mirada de los hijos, duele.
Y el terror al miedo, de tenerlo, duele.
Duele ese silencio de callar dolores,
de morder la sangre,
de inventar colores
y sonrisas falsas que maquillan golpes.
Duele estar atada y que no se note.