El amor es como un río torrentoso;
Y como todo río tiene dos orillas
En la una, nos esperan las tristezas
En la otra, disfrutamos de alegrías.
A veces caemos o nos empujan
Y llegamos con tumbos a la orilla negra
Debemos usar todas las fuerzas
Y volver a la orilla del reposo.
Es difícil pero no imposible
O quizás la corriente nos lleva a un océano
Y quizás nos volvamos bruma
Y volvamos como lluvia.
Quizás esa lluvia sea las lágrimas
De amor que recicladas caigan sobre el río
Y la vida sea un círculo cerrado
Que la muerte se encargue de romperlo.