Es tu sonrisa, la antesala de tus besos… en donde yo me pierdo, me ciego,
y se posa la huella de mis ilusiones.
Cada momento de mi vida eres tú. Toda mi vida, todo lo que nace dentro de mí ser,
es para ti.... pues te amo tanto.
Y en el misterio del asombro, tus pestañas mariposean,
para ocultar la promesa que regala tú mirada, a mi atrevida locura de querer hurtar un beso tuyo.
En cada momento y frente al guiño cauteloso de tus ojos, mi alma ansiosa vuela.
Mientras delicadas flechas aladas surgen de tus ojos y en sobrevuelo se pierden en el silencio.
Ven, desnúdate y permíteme gozar del olor de tu cuerpo, desciende a los delirios que buscan nuestras bocas y alberga el aliento de mi esperanza.
Aún en territorio de mentiras, vuélvete imantación seductora.
Déjate abrazar al igual que la naranja guarda su carnoso fruto, y se la luz en mi naufragio.
Después toma mi mano y concede que nuestras sombras se mastiquen en la intimidad de lo infinito, hasta que la maliciosa luz en cumplimiento de su misión las marchite.
Anda; que cada uno de nuestros nuevos retratos, avisan que nuestra juventud… ya jamás regresará.
Francisco Solano C.
4-VI-2015.