Lo que salga de los versos remolinos, errabundos,
Será presa de tus labios, percance de los azares,
Lo que venga del enigma, de lo culto, de lo absurdo,
Será diáfano en los coros y faroles de los mares.
El que venga a interpretar los renglones del diluvio,
Captará los aromas de las selvas ignotas,
Captará la bandera después del disturbio,
Luchará por alzar nueva vida que brota.
Lo que ocurra cuando acabe el unánime estupor,
Es el pacto y acuerdo que hay después del lío,
Cruzaré cualquier puente buscando aquel amor,
Cruzaré el desierto para encontrar aquel rocío.
Cuando venga el sombrío estado de la tempestad,
Lo esperaré con flores de loto y linternas,
Aunque sepa que las horas no serán eternas,
Buscaré a paso firme la felicidad.