He estado cosechando cenizas
sobre vuestra obra del pasado
donde las raíces han conectado
las ruinas de la naturaleza...
En ésta obra que se ha ido,
moldeada con el tiempo
hasta el final de vuestra creencia
donde me han obligado al silencio,
observando su competencia
y delirios sobre esas banalidades
que se han marginado del pensamiento terrenal
y que con toda la libertad florecen
de esas cenizas que he estado cosechando
a merced de vuestra curiosidad...,
y también entrega de la naturaleza muerta
gestándose con aplomo sobre las fauces
de artistas con sus extremidades
derramando vuestra sangre
a través del alarido de la tierra...,
machacada del rastrillo de la esperanza
por aún cultivar la paz, y también
el sano progreso de los árboles
en cultivar la sabiduría en sus retinas de antaño...
Donde mis cenizas caen en sus refugios
siendo éstas, lágrimas de fuego...
Algún día llegará el cambio
y con ello, la renovación de la visión del mañana,
pero, sin embargo, ya no estaré para ese entonces,
pues mis raíces no llegarán
a la sensibilidad del reloj humano...,
con ello seré nada más que un libro cerrado
en la agonía de mis hermanos[...]
Origen de la vida y la extinción de ésta
que al final del ciclo, será el comienzo
de otro ligamento a la perfección
teniendo aún la esperanza de despertar a Dios...