TU VIDA DIVINA
Tus manos son un suave movimiento
de norte a sur como rosas rojas,
quiero amarte, cuando caen sus hojas,
llevan al infinito pensamiento.
Cuando tu jardín es mi complemento
mi prado bello cuando te deshojas,
te encuentro de flores y así me mojas
toda mi clarividencia de viento.
Encantamiento de tu alma pura,
con tu fe, hecha alma se estremece,
mi cóctel de verdor de una colina.
Tu florecimiento es hermosura…
mi vida nívea así resplandece
para entrarme en tu vida divina.
20 de junio de 2014
Autor: Rafael Molero Cruz