Las palomas se van,
marcha con su vuelo
el sol enmudecido.
Esconden las hormigas
sus pertrechos
debajo de los tréboles,
con presuroso afán.
El campo se ha ocultado
en una niebla fría…
Toda la tarde viste de tristeza,
hasta el cielo cerrado.
Vuelan otro horizonte,
haciendo caso omiso
al llanto desolado
de una mujer de negro,
que abrazada a su alma
les da la despedida.
Un tronco desnudo
acoge entre su musgo
cada lágrima viva,
que se vuelve silencio,
que se vuelve roca,
fósil de sus recuerdos,
su cama y sepultura.
….
zZA
Letras de mi autoría
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Junio de 2015