Yo soy un mendigo, mendigo de verdad
y me la rebusco pidiendo en la ciudad.
Algunos me miran con mucha piedad,
pero no todos tienen conmigo caridad.
Ya son bastantes años en las calles pidiendo,
subíendome a los buses todo esto diciendo,
perdonen me señores si los incómodo
no es mi intención de ningún modo.
pero es que no he dormido, soy un desplazado,
tengo cinco hijos que no han almorzado,
de verdad señores de todo corazón
se les agradece su colaboración.
Una monedita les pido no más,
para llevar a mi casa un pedazo de pan,
un Dios les vendiga les puedo ofrecer
a todos ustedes tambíen al chofer.
Y así he conseguido toda mi fortuna;
que no es cualquier cosa no la iguala nínguna.
Púae tengo mis hijos en la universidad,
tres taxis, dos buses y un edificio al norte de la ciudad.