Raúl Daniel

EL CLUB DEL VIDRIO (de mi libro “Poesía Extraordinaria”)

 

EL CLUB DEL VIDRIO (de mi libro “Poesía Extraordinaria”)

 

Cinco hombres en un salón con ruidos

de cristales chocando...

de risotadas saltando del y al vacío.

¡Truco! ... ¡Quiero! (aunque no puedo)...

¡Ja, ja, ja, te gané!... ¡Siga el juego!

 

Cinco hombres, cuatro sentados, uno parado;

cada cual con su copa en la mano,

cada cual con su diferente destino,

encontrados, pero no reunidos,

juntados para olvidar,

ayudándose unos a otros a durar

sin desesperar...

bebiéndose aún a la fuerza

más y más vino

o cerveza... ¡o lo que sea

(con tal que se suba a la cabeza)!

 

Lindo sonido, los vasos al chocar,

El ¡clin! da gusto al oído...

¡y el cigarrillo!... su punta de fuego

y su brillo...

su humo fantasmal de sueños dibujados,

de los que pueden ser dueños

por un momento...

alegría fugaz que ahoga el lamento

profundo y antiguo de almas ocres,

vacías, tristes, sucias, mediocres...

rito sagrado de los viernes por la noche,

de las tardes de los sábados,

de los domingos y los días en que no hay trabajo.

 

¡Envido!... mentira, gusto sin medida

por una no-vida de un si-fracaso

por el orgullo, por la ignorancia,

por el pasado, por la orfandad,

tal vez traiciones, por la maldad

y sobre todo, el peor engaño:

no haber amado o perdonado...

(no haber sabido ni sido enseñado).

 

El club del vidrio, en su esquina,

todos los días abre sus puertas;

junta a sus hombres, tiende sus mesas,

llena sus copas, hace su fiesta;

si quieres ven, llega, trae tu muerta

y pobre existencia...

únete a ellos, marca tarjeta,

finge que gozas, mientras tus ojos

también de vidrio, como en los otros,

hacia adentro lloran por los despojos

que están velando en ese velorio:

¡Ustedes mismos, aún libando

sus fluidos rubios, negros y rojos!