- ¿Qué encuentras de gracia en el simple soplo del rodar del mundo?
- me han dicho.
- ¿en que punto del universo te encuentras y que luces alcanzas desde tal punto?
- mi propio gusto, el sabor del color de la belleza rara,
El temblor en mis ojos solo lo encuentro en lo que otros no hallan nada.
El vibrar de las rechinantes y chillantes cuerdas del violín
Que tronantes lloran una maraña de notas locas
Agobiantes que a veces no dicen nada, pero que…
De alguna forma se sienten y atraviesan a acuchilladas el alma,
-¿Qué misterios ves al ver una flor, porque clavas tanto en ellas la mirada?
-no les oigo nada, solo es el placer de ver, de mirar en otro ser
Lo que en su tacto pretenden ser, lo que pueden ser y lo que son.
La belleza de algo que no soy ni es como yo y mantiene en si
Una porción del verbo, que bebe y muere a la siguiente mañana.
Soy mis pasiones, mis constelaciones y mi mirada,
Mi arte esta en el significado de mi nombre, en la esencia del agua dentro mío
En las canciones que oigo, en mi manera de ver
Y la esperanza que es nueva cada vez que abro las pestañas.