John morales

¡ A callar! (décimas espinelas)

 

Y callad a vuestras bocas

de suntuosas herejías

callad, antes que sonrías

golpeando hasta mis rocas.

Idos a pie por las pocas

tonsuras, y mientras sientas

al hombre que ahora tientas,

aquél que vas enfrentando,

tataranieto dejando

entre las bocas hambrientas.

 

Que a fuerza de la ternura

crepita en triste amapola

y, queriendo morir sola

se adormece de aventura.

Y donde la sepultura

asemeja a un triste ciego

consumido por el fuego

entre sus propias palabras

que desde las bocas labras

pregonando hereje ego.

 

Por eso hermano, no vayas

por ahí, un tanto distinto

entre tu menguante quinto

de nuestras séptimas rayas.

Entre cantos de soslayas

entregaros al averno,

y que muere de lo eterno,

de los ápices y puntos 

de vuestros labios difuntos

y en la mentira su cuerno!

 

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John Morales Arriola.