Desperté con tu grito más sincero,
Dos millas y media te separan de mi lapicero,
Kilómetros que no me extrañan,
Tu soledad es la que me acompaña,
En este mundo de acero que daña,
Te araña dejando heridas por sentimientos,
Porque todo tiene su fín,
acaba en algún momento,
Puedo decir que un tiempo fuí feliz,
Ahora una breve emperatriz de los lamentos,
En la guerra de nuestros tormentos,
Intentos se desvanecieron,
La rendición es lo que trajeron,
La perdición de la unión que nos mantenía atados con pasión,
Soñados fuimos los dos,
Nos soñamos cada uno en nuestra habitación,
Nos soñábamos a dos millas y media,
Qué distancia tan bella nos unió,
Tuvieron la magia como la estrella que desapareció,
Eterna esencia que arrasó mi corazón,
Con el sentimiento de la paciencia,
No fue advertencia para saber que no nos íbamos a ver,
Que tu alma no pudo saber,
Tus planes sin alevosía por no volver a ser mía,
La separaste un día, y no la he vuelto a tener,
Sin querer ella sufría mientras sabía,
Que yo estaba hundida en lo profundo de melancolía,
Donde no hay muchas alegrías, es mi otro mundo,
Apenas sabes de él, no lo compartías,
Tú, ángel de silenciosas melodías,
Suena tu silencio con un eco tan intenso,
Fue un despertar con el grito más extenso,
Te cansaste de caminar,
Dos años y medio, dos millas y media,
Nos quedamos a medio camino,
Sumergidos en la tragedia del olvido,
Tengo que irme, el viento me lo ha pedido,
Tu tiempo ya no debe ser perdido,
Ese poco, algún minuto correspondido,
Esto es ya de locos, no se por qué me has partido,
Jugué a ganar y perdí el premio obtenido,
Ya no puedo ni hablar, es duró ver que te has ido,
Yo volví un momento para conversar,
Es inútil, estoy sola, mi ángel no me volverá a escuchar,
Es la hora, debo ser fuerte para no volver a caer en tu mente,
No soñaré más el presente, tu podrás verte en los sueños de otra gente,
Tus empeños por sorprenderte, que hay muchas almas que desean verte,
Entonces yo desapareceré eternamente,
Dos millas y media me separan de la muerte,
Allí donde primera línea de fuego hace frente,
Murieron con tu ego por ser el más consciente,
Inconsciente de mi apego, hoy muero, pero ya no mato por verte,
No puedo ser más indecente, no amo la vida,
No quiero esta herida consecuente,
Sangrante muriendo por tu arte totalmente aparte,
Te guardaré en la memoria
parte de mi corazón y de mi historia,
No me atrevo a decir adiós,
Pero no tengo otra escapatoria,
Cuídate, no olvides que un día fuímos dos,
A dos millas y media distanciados,
Por el viento unidos,
Por la tormenta desterrados,
Por tu cuenta hundidos,
Hoy nos damos por vencidos,
Nos quisimos mucho, siempre lo supimos,
El amor va más allá de las fronteras por caminos,
Nosotros a traves de nuestras almas lo conocimos
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