Cuando apenas entraba el ocaso
Puede ver tu sonrisa más bella
Que la de una princesa o doncella.
en una noche triste de llovizna
Que me erizaba la piel
Intentaba dormir y no podía conciliar el sueño.
Por pensar en ti y en tus ojos risueños
Un día tan mágico con una noche de insomnio
Que no puede dormir por estar pensando en ti.
Everth Aguilar. 2009