Priscilla Angulo.
Soledades, poemas marchitos y personas a medias.
Allí me esperas, con una dulce tristeza entre los ojos...
Yo soy tu soledad en carne y huesos. Aunque a veces también soy la soledad de tus versos.
Y la noche se perfuma con el aroma a versos marchitos y poemas en suicidio.
Y que me toques sería que halles tristeza debajo mi piel.