La tarde caía
herida...
en su violencia,
y entre lirios
y juncos
anacarados
se licuaba
mi alma
entre tinieblas...
hojas de rocío
y tímido labio,
vencidos
en su dulzura...
y mecidos
en su tibieza,
se diluían
muy despacio...
entre las aguas
de un gélido
abril,
y los huracanados
vientos...
de un apasionado
mayo.
AUTOR: JOSÉ ANTONIO PANIAGUA MARTÍNEZ.