Yo me he visto, antes de ver el cuadro
en la Fragua de Vulcano
Los jovenes herreros podían ser tan
hermosos como dioses y tan recios como
un guerrero
Allí había supervivientes de una guerra
sin sentido, allí estaban arriadas las banderas
allí, nadie hablaba de trincheras era una película
velada de una historia trájica y añeja
La única alegría, eran las risotadas, los torsos
desnudos, y el vino fresco de la taberna