Tantos años mirando tu rostro
cuantos más acariciando tus manos
viendo el paso del tiempo macerado
que fué surcando tu sedosa piel.
Donde se fue congregando
la bella historia morena
siendo el atrio tus verdes miradas
rodando en sutil ganadora alabanza.
y nos volvemos juntos
ramas y flores perfumadas
de este árbol de vieja vitalidad
con sus hojas apaciguando el calor.
La senda hecha nido brotando dulzura
son nuestras vidas de amor y ternura
que ruedan tranquilas historias
al compás de pláticas soñadoras.
Un beso a tu boca posado
tan viejo de eterno cariño
tan alegre, y conciente testigo
del amor de ambos nacido.