Lucy Quaglia

Canciones de la mañana

Canciones de la mañana,

De la noche y de la tarde.

Canciones que ya no miran

Ni molestan ni sonríen,

Canciones de aliento extraño,

En lugares clandestinos

Adorables y divinos

Para acostarse en la noche,

Levantándose temprano,

Llevándose por delante

Pasajeros de milagros.

Canciones que traen suerte

En música de baladas,

Fantasías con auroras

Viniendo en la madrugada,

Con sorpresas y alegrías

Que van tejiendo en la casa

Las esperanzas tranquilas

De pasiones alocadas

Que se me vuelven heridas.

Mañana te veré un rato

Y te veré sorprendida.

Te miraré de reojo

Haciéndome la ofendida.

Mañana será otro día

Lleno de sol y esperanzas

De locuras gigantescas,

Con vacaciones lejanas

A la orilla de algún río

O en la cortina de fuego

De una ciudad que trajina 

Con un montón de recuerdos

En las sombras de la vida.

Más allá de las ventanas,

En piezas de ollín y frío,

Hay gente que vive y canta

Con sus penas y alegrías

Que me dan horror y pena.

Y unos ojos arrobados

De alguien que uno adivina,

Están esperando afuera

Cuando me miran y espían,

Volviendo la vida hermosa

Con magia de mil estrellas

Que se esconden y suspiran

Mientras te canto en la noche

Buscando tus manos suaves

Con sus caricias grandiosas

Que despertaron mi vida.

 

Canciones de tangos tristes

En la voz de una vecina.