Hugo Emilio Ocanto

Te amo a ti, a Jesús, al mundo. (Poema) -Segunda versión- -GRABADO-

Cuánta alegría hoy existe en mi corazón.

Qué feliz me siento de estar aquí.

VIVO.Ya la idea en búsqueda de la

muerte, murió.

Hace un corto tiempo sí,

te buscaba muerte, quería encontrarte.

Pero hoy, no te quiero, huyo de ti.

Apártate, no me sigas...

ya no te quiero.

A ti, muerte, te estoy hablando.

Aléjate. No intentes encontrarme

para llevarme contigo.

Cometí el error de desearte,

de que vinieras a buscarme

para que de una vez,

se acabaran mis sufrimientos,

mis penas y desengaños

de la vida, del amor de la gente,

de todas las ausencias...

que ya nunca más volverán...

HOY soy feliz porque creo

en lo que antes no creía.

En el amor.En la presencia

de mi amada. La olvidada.

La que perdí, por esas cosas

de la vida.

Por mi intolerancia y por mi orgullo.

Un manotazo ya les he dado.

Acepto todo. Tolero todo.

Y en mi ser, existe hoy,

la humildad. La Fe perdida,

hoy rescatada.

Si tienes a alguien a tu lado,

amiga, amigo, cuídalo, cuídala,

consérvala, consérvalo. No te quedes

sola, solo en la vida.

 

 

VIVE, y ama.

Eso es lo que hoy siento: AMOR.

Por ti, mi amada,

por ti amiga, amigo.

No quiero perderlos.

Quédate siempre conmigo, amor. 

Sí, soy feliz porque he comprendido

de qué vale tener rencores

y desamor, cuando antes existió

el amor. Quiero permanecer

amando. Por mí. Por ti.

Amar para VIVIR.

VIVIR para AMAR.

Amar para estar sano de espíritu.

Sano de mente. Sano del alma.

Aunque muchas veces

explotada la tuve, desgarrada.

Hoy, ya no es así.

Hoy quiero gritar que mi felicidad

es tan inmensa, que me asombro

yo mismo de ello.

Algunas, algunos, no me permitieron serlo.

Pero todo lo malo olvidado está.

El estar enamorado de la VIDA,

me lleva a olvidar lo mal vivido.

Grito mi amor por ti,

mi amada.

Ya la muerte no es necesaria.

¡Fuera muerte!

No te deseo más.

Cuando Él lo decida,

ven a buscarme.

No antes, porque te rechazaría...

si Ël no lo dispone.

Él, mi Señor de los cielos.

Mi Cristo eterno.

Mi Amo de la vida.

¡Cuánto amor siento hoy

por el mundo!

Por el mundo todo.

Amar y ser amado por ella,

y por ti Señor, Rey de Reyes.

Ahora, en este mismo momento,

abrazo con mi pensamiento a ella

y a ti, mi Cristo crucificado.

Tú, que aceptaste la muerte

por nosotros...

Tú, que me has hecho comprender

a través de tus palabras,

que hay que saber perdonar...

y ser perdonado.

Canto mi perdón a los que he ofendido.

Canto mi amor a ti, mujer que me

ayudaste junto a Jesús, renunciar

a la muerte, y aceptar la vida.

Basta de angustias.

GOBIERNO, dennos paz.

Sean humanos.

Cada uno de ustedes hagan

de cuenta que somos hijos suyos.

Pónganse en la piel del Señor...

nosotros, todos los seres del Planeta

somos sus hijos...

y debemos respetar y AMAR.

¡Grito mi felicidad!

¡ AMO al mundo todo!

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-17/08/2012)

 

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