Pues las mismas circunstancias que nos unieron,
son las que hoy nos hacen decir adiós.
Y adiós...
Porque aún teniéndote cerca,
te siento lejos
y te espero.
Y yo te siento aquí,
como si nunca te
hubieses ido.
Pero por aquí
siempre te espero,
aunque odie esperar.
Aunque ya no estás.