Hoy
me siento fortalecida,
una sensación extraña
me ha secado las lágrimas
y ese pesar oscuro
que sufría mi alma,
de pronto ya no existe.
Hoy
como tantas veces
me he quedado sin lágrimas
arrebatada
por la noche triste.
Pero me siento diferente,
ya no siento dolor.
Puedes darte por satisfecho,
puedes herirme sin culpas ..
esta es la otra mejilla
¡qué extraño es el amor!
Ensáñate vida mía, golpéame,
afila de nuevo ese puñal
y hiéreme mil veces más.
Si esa es tu manera de amar,
ya puedes amarme
como no lo has hecho jamás.
Mete el dedo en la llaga sangrante,
goza reflejado en mis ojos suplicantes
y ríe, ríe a carcajadas,
no podrás verme llorar.
Ya no sufro,
me encuentro en la cúspide
de mi destino
y solo deseo amarte
como los amores que duelen
sin que me duela,
como los amores de la eternidad.
No sufras!,
este éxtasis ha traído
la calma que mi corazón suplicaba.
Ámame a tu manera,
trata de ser feliz
mientras dura esta paz y reza
porque mañana aún te pueda amar.