Rayos de una salida del sol con impaciencia
devoran la neblina matutina,
lo invisible ahora toma forma,
sombras a caballo acercan,
lideradas por Freya,
reina de las Valquirias
Su meta llegar al campo de batalla
a seleccionar guerreros destinados a morir,
cuyas almas la mitad se reclaman
a vivir después de la muerte
en el inframundo, Valhalla,
el reino del dios Odin
Mientras las valquirias regresan
paulatinamente avanza el ocaso,
la impaciente luna usurpa el crepúsculo,
su belleza a reflejar por las corazas,
inaugurando un espectáculo en cielos nórdicos
la maravilla de la aurora boreal
Promesas nupciales Freya y Odin habían jurado,
pero Freya, diosa de la guerra y la muerte
desempeña hasta el tope y sobrante
su legendaria y desenfrenada sexualidad,
enorgulleciéndose de su estatus
como la deidad del placer sensual
La foto por cortesía de Jérome Coppo
www.fotocoppo.nl