Octavio Márquez

Sorrento

Pasos ignotos entre 

una danza de pétalos turqueza.

Que van y vienen, ríen

y lloran en neblina de zafiro.

 

Oídos que se aferran a cada

respiro, a cada aleteo y reparo

de las olas.

 

Ojos que buscan ebrios la raíz

de aquel trino,

de aquel susurro,

de aquella caricia onírica

que se regocija entre gigantes

calcificados y latidos rotos.

 

Hálito marino que recoge 

diamantes agrietados de los

dormidos.

 

Abrazo entumecido entre

el vaivén de la bruma azúl.

Estocada fulminante en el pecho.

Por un sueño,

por aquella bailarina que duerme

entre brazos acuáticos y calla

la voz de una parvada de cuervos en llamas.

 

 

En un beso,

en un segundo.

Entre agua y sal.

 

                                               Octavio Márquez.