Con la caída del sol acompañada de un frío invernal. Es cuando extraño tu calor.
Y no me malinterpretes amor, no me refiero a tu cuerpo, no a tu piel.
Extraño el calor que me brindas a todo esplendor cuando sonríes sinceramente.
Cuando colocas tus dedos entre los míos.
Hoy, un día con fecha importante para celebrar.
Figuras rojizas por toda la ciudad.
Y lo único que quiero es tenerte aquí. Para apoderarme de tu calor.
Para combatir el frío. Como un chocolate caliente lo haría.
La distancia nos debilita, y nuestra reunión amorosa no será pronto.
Vivimos en ciudades distintas, pero eso no es lo que nos separa.
Son los acantilados de temor. De encontrarnos y no ser lo esperado.
Podría ser mejor, podría ser peor, pero no nos atrevemos a descubrirlo.
Sin embargo, aquí sigo, escribiéndote día con día.
Hoy con un significado con mayor fuerza.
El día que, año con año, todos celebran abrazados y comiéndose a besos.
Pero yo, tan solo te escribo.
Porque tú eres el amor de mi vida, y sin conocerte lo planteo concretamente.
Sin importar las distancias, los kilómetros que nos hacen idear el cómo sería el sabor de nuestros besos.
Separados, distanciados, pero unidos en un sentimiento. Expresado a través de letras.
Hoy y siempre. Amor fantástico, amor irreal. Eres mi amor a distancia.