Las tardes nubladas
llenan de recuerdos al alma,
suelen volverse como una canción solitaria
quiza te roben el aliento,
o tal vez te roben lágrimas.
Ésta tarde las nubes lloran
y al mismo tiempo revientan de celos,
pues vuelvo a mirar ese viernes pasado
cuando tu mirada se alzaba al cielo
y tus labios decían delirios.
Esa frase tuya
Las nubes están nubladas,
ahora veo,
ellas estaban celosas de vernos
con nuestros juegos de miradas
y todas esas carcajadas.
Creo que nosotros somos
como una nube
llenos de tristezas, alegrías y celos
somos una nube nublada.